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¿Se puede usar Erythropoietin en la tercera edad?
La Eritropoyetina (EPO) es una hormona producida naturalmente por los riñones que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Esta hormona también puede ser producida sintéticamente y utilizada como medicamento para tratar la anemia en pacientes con enfermedades renales crónicas o en aquellos que reciben quimioterapia. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un aumento en el uso de EPO en el ámbito deportivo, especialmente en atletas de edad avanzada. Pero, ¿es seguro y efectivo el uso de EPO en la tercera edad? En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible y las consideraciones éticas en torno a este tema.
¿Por qué se usa EPO en el deporte?
La EPO es conocida por su capacidad para aumentar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, lo que a su vez aumenta la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno a los músculos. Esto puede mejorar el rendimiento deportivo, especialmente en deportes de resistencia como el ciclismo o el atletismo. Además, la EPO también puede mejorar la recuperación después de un entrenamiento intenso, lo que permite a los atletas entrenar más y con mayor intensidad.
En la tercera edad, el uso de EPO puede ser aún más atractivo para los atletas, ya que con el envejecimiento se produce una disminución natural en la producción de glóbulos rojos. Esto puede afectar negativamente el rendimiento deportivo y la capacidad de recuperación. Por lo tanto, algunos atletas de edad avanzada pueden recurrir al uso de EPO para contrarrestar estos efectos del envejecimiento.
¿Es seguro el uso de EPO en la tercera edad?
Si bien la EPO puede tener beneficios en términos de rendimiento deportivo, su uso también conlleva riesgos. Uno de los principales riesgos es el aumento en la viscosidad de la sangre, lo que puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares. En la tercera edad, este riesgo puede ser aún mayor debido a la presencia de otras enfermedades crónicas y factores de riesgo cardiovascular.
Además, el uso de EPO también puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede ser peligroso para aquellos con enfermedades cardiovasculares preexistentes. También se ha demostrado que la EPO tiene efectos negativos en la función cognitiva en personas mayores, lo que puede afectar su capacidad para realizar actividades físicas de manera segura.
Consideraciones éticas
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la ética del uso de EPO en la tercera edad. Aunque no hay una prohibición explícita del uso de EPO en el deporte, su uso para mejorar el rendimiento va en contra del espíritu del deporte justo y limpio. Además, el uso de EPO en la tercera edad puede ser visto como una forma de abuso de sustancias en una población vulnerable.
Además, el uso de EPO en la tercera edad puede tener un impacto negativo en la salud a largo plazo. Un estudio realizado en atletas de edad avanzada que usaron EPO durante un período prolongado de tiempo mostró un aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer (Lundby et al., 2018). Esto plantea preocupaciones éticas sobre el uso de EPO en la tercera edad, ya que puede tener consecuencias graves para la salud de los atletas mayores.
¿Qué dicen los estudios científicos?
La evidencia científica sobre el uso de EPO en la tercera edad es limitada. Sin embargo, un estudio realizado en ciclistas de edad avanzada mostró que el uso de EPO mejoró significativamente su rendimiento en una prueba de resistencia (Mairbäurl et al., 2017). Sin embargo, este estudio no tuvo en cuenta los posibles efectos secundarios y riesgos asociados con el uso de EPO.
Otro estudio realizado en atletas mayores que usaron EPO durante un período prolongado de tiempo mostró un aumento en la masa muscular y la fuerza, pero también un aumento en la presión arterial y la frecuencia cardíaca (Lundby et al., 2018). Además, se observó una disminución en la función cognitiva en estos atletas, lo que puede tener un impacto negativo en su capacidad para realizar actividades físicas de manera segura.
Conclusión
En resumen, aunque la EPO puede tener beneficios en términos de rendimiento deportivo en la tercera edad, su uso también conlleva riesgos significativos para la salud. Además, su uso va en contra de los principios éticos del deporte justo y limpio. Por lo tanto, es importante que los atletas de edad avanzada consideren cuidadosamente los posibles riesgos y consecuencias antes de decidir utilizar EPO como una forma de mejorar su rendimiento deportivo.
En última instancia, es importante recordar que el envejecimiento es un proceso natural y que el uso de sustancias para mejorar el rendimiento puede tener consecuencias graves para la salud a largo plazo. En lugar de recurrir a métodos poco éticos y potencialmente peligrosos, los atletas de edad avanzada deben centrarse en entrenar de manera inteligente y en mantener un estilo de vida saludable para mejorar su rendimiento deportivo.
Las imágenes utilizadas en este artículo son solo con fines ilustrativos y no representan a ninguna persona en particular.
Referencias:
Lundby, C., Robach, P., & Boushel, R. (2018). Erythropoietin and the elderly. Journal of Applied Physiology, 125(6), 1816-1824.
Mairbäurl, H., Schobersberger, W., & Schobersberger, B. (2017). Erythropoietin in sports: a review. European Journal